domingo, 31 de julio de 2016

Hablemos de jugos

Que ultimamente se han puesto de moda los batidos y zumos, seguro que lo sabeis,y muchos ya estareís preparandolos por casa, por eso hoy os voy a contar una cosa que quiero que tengaís en cuenta. Su COMPOSICIÓN, ya que si preparamos los zumos solo de FRUTAS, al licuarlas le estaremos quitando la fibra, y haciendo que aumente mucho la catidad de azúcar en sangre. esta subida de glucosa hará que nuestro páncreas trabaje más, segregando mayor cantidad de insulina (la hormona que facilita a absorción del azúcar por parte de las células del cuerpo), por esta razón, conviene que sean zumos de VERDURAS y FRUTAS, que contengan principalmente las primeras o, como mucho, a partes iguales y no solo fruta. (aunque a las verduras también le quitamos la fibra al licuarlas, son naturalmente menos ricas en glucosa que las frutas),  de esta manera evitaremos el desequilibrio en el nivel de azúcar en sangre.







Si no os animais a experimentar por casa y quereis probarlos en calle Bidebarrieta 3 (Bilbao), se encuentra "BB cold press juice" elaboran diariamente diferentes jugos con frutas y verduras mediante extracción fría, yo me he pasado la semana pasada y, sin decirles a que me dedicaba, me han dado de probar varias opciones y me han explicándo su forma de trabajo, creo que merece la pena darse una vueltita por allí!



Perooooooo..... como siempre os digo, los jugos/zumos/batidos y demás si bien son saludables y están bien como recurso, de preferir... prefiero que mastiquéis y comaís TODA la fruta y la verdura (con fibra incluida), ya que las calorías serán las mismas pero su poder saciante será muchísimo mayor! =)

martes, 4 de agosto de 2015

OBESIDAD INFANTIL

Es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y su frecuencia está aumentando a un ritmo alarmante.
Definimos el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Es un tema muy preocupante, ya que los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer enfermedades no transmisibles a edades más tempranas, como la diabetes, o las enfermedades cardiovasculares.       

¿Cómo podemos diagnosticarla? 
La obesidad infantil se define en función de los valores del índice de masa corporal (IMC) referidos a cada edad y sexo. El IMC es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla. Se calcula dividiendo el peso de una persona (en kilos) por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). El dato que se obtenga debe compararse con “las tablas de la Fundación Fautino Orbegozo”, que os adjunto. En estas tablas se considera que el niño tiene sobrepeso si su IMC se sitúa entre los percentiles 90 y 97 en relación a su edad y sexo, y obesidad si supera el percentil 97, también según su sexo y edad.


¿Cuáles son las causas del sobrepeso y de la obesidad en la infancia?
Las causas de la obesidad en la infancia son muy variadas y están influidas tanto por factores genéticos como por factores ambientales. 
Los principales factores ambientales asociados a la obesidad están ligados al cambio en los hábitos alimentarios (aumento del consumo de alimentos hipercalóricos, con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables) y a la disminución de la actividad física que se viene observando a lo largo de los años a estas edades.
Se trata por tanto de un desequilibrio entre la ingesta calórica (lo que se come) y la actividad física (el gasto calórico o lo que se quema).
La obesidad también puede ser secundaria a la utilización de ciertos medicamentos (el tratamiento con corticoides, con fármacos antipsicóticos y algunos antiepilépticos) y a algunas enfermedades poco frecuentes como el hipotiroidismo, la enfermedad de Cushing, el déficit de hormona de crecimiento y el daño hipotalámico, entre otras.




¿Qué podemos hacer para luchar contra la epidemia de obesidad infantil?
La prevención es la opción más viable para poner freno a la epidemia de obesidad infantil. El objetivo de la lucha contra la epidemia de obesidad infantil consiste en lograr un equilibrio calórico que se mantenga a lo largo de toda la vida.
Al contrario que la mayoría de los adultos, los niños y adolescentes no pueden elegir el entorno en el que viven ni los alimentos que consumen. Asimismo, tienen una capacidad limitada para comprender las consecuencias a largo plazo de su comportamiento. Por consiguiente es muy importante que la familia se involucre en este cambio de hábitos de vida, procurando realizar las principales comidas juntos cuando sea posible, y participando en los deportes y otras actividades con el niño.

Cuando el niño es obeso, es conveniente acudir a un profesional, ya sea un nutricionista o un pediatra, que ponga las pautas adecuadas. Normalmente evitaremos poner a un niño pequeño a dieta, es muy traumático para él, ya que no entiende porque él debe estar a dieta, y sus hermanos o sus amigos no.

Los objetivos en el tratamiento de la obesidad infantil deben establecerse a largo plazo, ya que es conveniente que la pérdida de peso sea lenta y progresiva. Además de eliminar el sobrepeso, perseguiremos establecer un estilo de vida saludable, basado en una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico.


sábado, 9 de mayo de 2015

El porqué de la frase "Una manzana podrida echa a perder el cesto"

Estoy segura de que la habréis oído más de una vez ¿verdad?. Pero alguna vez os habéis parado a pensar en ¿por qué sucede esto?. 


Con este artículo intentaré aclararos dicho asunto, y para eso lo primero que tenéis que saber es que la razón por la que "una manzana  podrida echa a perder el cesto" tiene un fundamento científico, y que el responsable de que esto ocurra es un gas llamado etileno.


¿Qué es el etileno?

Invisible e incoloro el etileno está considerado como la fitohormona del envejecimiento de las plantas. Es el responsable de los cambios en la textura, sabor y el color, y otros procesos implicados en la maduración.
El etileno es usado por las células de la fruta para comunicarse entre ellas. Esto provoca que tan pronto como unas células empiezan a producir etileno, las que están cerca (no necesariamente de la misma pieza), cuando lo detectan, también comiencen a producirlo (acelerando su maduración). Este efecto se da tanto a temperatura ambiente como en la nevera (aunque en este último caso es más lento).

Frutas climatéricas y no climatéricas
Es muy importante que sepamos distinguirlas, para así poder conservarlas mejor, consideramos:
  • Frutas climatéricas aquellas que continúan con el proceso de maduración incluso después de ser recolectadas, gracias al etileno. Entre ellas se encuentran las manzanas, plátanos, melones, aguacates, albaricoques, higos, nectarinas, melocotones, ciruelas y peras.

  • Frutas no climatéricas, en cambio maduran solo mientras permanecen en la planta y dejan de hacerlo tras la recolección. Es el caso de las cerezas, uvas, naranjas y piñas.
Sabiendo esto tendremos que tener en cuenta que, para evitar que unas provoquen la maduración de la otras, no debemos guardar juntas las frutas climatéricas (desprenden mayor cantidad de etileno) y  las no climatéricas.


La compra
Para garantizar  que la fruta que se consume esté en buenas condiciones, es importante prestar atención en la compra. Lo ideal será que revisemos si la fruta está golpeada o picada, ya que de esto dependerá la vida útil en nuestra casa. Además es preferible comprarla en pequeñas cantidades, para evitar tener que tirar fruta a la basura.

Cómo conservar la fruta
El tiempo que se mantienen en buenas condiciones oscila entre los dos y los siete días. Fresas y cerezas pueden conservarse de dos a tres días, plátanos, melocotones y peras duran  en buenas condiciones hasta cinco días, y el melón y las naranjas llegan a la semana.
Debemos almacenar:
- A temperatura ambiente (frutero): cítricos (mandarinas, naranjas, limones, pomelo...), manzanas, peras, kiwis, melocotón,  frutas tropicales (como aguacates, piña, plátanos o papayas, entre otros) no toleran bien el frío y, de hecho, se endurecen, su piel oscurece y su sabor y textura se ven alterados.


  • Truco:  si eres de los que compra demasiados plátanos, es probable que notes que a temperatura ambiente maduran muy rápido, y  que si decides meterlos en la nevera, se ponen negros. Bien para evitarnos esto tenemos dos formas de conservar los plátanos en la nevera sin que cambien su color la primera es pelarlos, trocearlos y guardarlos dentro de un envase cerrado, o bien guardarlos sin pelar con la punta del tallo envuelta.


- En refrigeración (nevera)fresas, ciruelas, cerezas, higos, uvas, albaricoques, nísperos, etc. Para ello utilizaremos los cajones para fruta y verdura, que se encuentran en la parte inferior de la nevera (4ºC) y deberán consumirse en un periodo de tiempo no superior a tres días.



- Congelado: La mayoría de las frutas pueden congelarse. El proceso será similar al de la refrigeración: limpiar, lavar y cortar. Algunas como las moras, cerezas y melocotones, se conservan congeladas unos doce meses. Otras, como los cítricos, melones, sandías y manzana, sin embargo, por su gran contenido en agua no deben congelarse, pues se estropearían.




Espero que hayáis aprendido algo nuevo, y para cerrar el artículo una imagen, que lo dice todo...


...quiérete mucho.

martes, 14 de abril de 2015

Desmontando mitos...Beber agua durante las comidas engorda (o al contrario)

El agua tiene cero calorías tomada al principio, durante o al final de la comida.


Existe la creencia popular de que el agua engorda si se toma durante las comidas, ya que provoca retención de líquidos, al parecer esta hipótesis tenía a finales de 1950 bastante predicamento, hasta el punto que algunas personas que perdieron peso por aquellos años recuerdan que para no beber agua mientras comían se mojaban los labios con un paño humedecido para así atenuar la sensación de sed. Sin embargo beber agua no provoca retención de líquidos, sino al contrario, estimula el funcionamiento de los riñones y contribuye a un buen equilibrio hídrico.

Ciertas dietas disociadas, no permiten beber agua cuando se ingieren hidratos de carbono, ya que dicen, "dificulta la digestión" y lleva a que las patatas, el pan, el arroz y otros alimentos ricos en carbohidratos engorden más. Pero hay que insistir en que el agua no aumenta el valor calórico de ningún alimento.

En todo caso, beber agua justo antes de una comida puede engañar al estómago y llevar a comer menos.

Necesidades diarias:

Son muy difíciles de evaluar porque dependen de muchos factores  (edad, sexo, nivel de actividad física, dieta y clima). Unos autores aconsejan beber un mililitro por cada caloría ingerida, otros prefieren relacionarlas con el peso y hablan de cuarenta o cincuenta mililitros por kilo en adultos y cifras mucho mayores en lactantes y niños. Normalmente se necesitan entre dos y tres litros al día, pero eso no significa que haya que beber esos dos litros. Lo normal es beber entre un litro y un litro y medio, y completar el resto con el agua que contienen los alimentos (ya hablaremos de esto en otro post).  


Aquí podréis ver la  Pirámide de la Hidratación Saludable, que ha realizado la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria), a  modo de guía para la ingesta de agua.



sábado, 14 de marzo de 2015

Tipos de obesidad


La Obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.

Podemos clasificarla de diferentes maneras, una de ellas es según la distribución de la grasa, en el cuerpo:

  • Obesidad androide o central o abdominal (en forma de manzana): Exceso de grasa se localiza preferentemente en la cara, el tórax y el abdomen. Se asocia a un mayor riesgo de dislipemias, diabetes, enfermedad cardiovascular y de mortalidad en general. Este tipo de obesidad es más frecuente en hombres, aunque algunas mujeres también pueden padecerla debido a causas hormonales como los embarazos o la menopausia.
  • Obesidad ginoide o periférica (en forma de pera): Grasa se acumula básicamente en la cadera y en los muslos. Este tipo de distribución se relaciona principalmente con problemas de retorno venoso en las extremidades inferiores (varices) y con artrosis de rodilla (genoartrosis). Este tipo de obesidad está favorecida por el índice de estrógenos en el organismo, por lo que es mucho más frecuente en mujeres.
  • Obesidad de distribución homogénea: Aquella en la que el exceso de grasa no predomina en ninguna zona del cuerpo.


Para valorar si estamos en un tipo u otro de obesidad lo más sencillo es medir con una cinta métrica la cintura a la altura del ombligo y luego la cadera a la altura de la mayor anchura de las nalgas, después dividimos los valores cintura/cadera.
   



Espero haber resuelto vuestras dudas, y bienvenidos al blog!